Danzas

DANZAS

LA CHACARERA

ORÍGENES:

Pocos testimonios escritos nos documentan sus orígenes, pero se cree que se bailó después de 1850, en las provincias del norte, centro, oeste de nuestro país.

Según la tradición oral nace en Santiago del Estero, además, el hecho de existir en esta provincia chacareras en verso quechua establecen un factor más que acentúa esta teoría.
La primera versión musical la dio Andrés Chazarreta en 1911.

Pertenece al grupo de danzas picarescas, de ritmo ágil y carácter muy alegre y festivo, gozó de la aceptación del ambiente rural y también de los salones cultos del interior hasta fines del siglo pasado, abarcando todo el país excepto el litoral y la Patagonia. Es una de las pocas vigentes, es decir que aun se baila especialmente en Santiago del Estero – donde se arraigó con gran fuerza – y en Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba; su difusión abarca por lo tanto, los ámbitos del noroeste, parte del chaqueño y casi todo el central. Hay pocos documentos que nos hablan de su historia, mencionan que seria la más antigua y se baila en Tucumán desde 1850.- Musicalmente consta de cuatro frases en las cuales se cantan las coplas y un interludio que es solamente instrumental, intercalado después de la primera y segunda copla y también sirve de introducción Este interludio una característica coreográfica, ya que puede durar seis u ocho compases y como corresponde a la figura de vuelta entera, varia de la misma forma la duración de ésta.- El acompañamiento musical que se utiliza generalmente es de guitarra, violín, acordeón y por supuesto, el bombo, que se luce con sus típicos repiques. En la coreografía se introduce una figura especial que es el avance y retroceso, que consta de cuatro compases. Al igual que en casi todas nuestras danzas, consta de dos partes. la segunda se baila idéntica a la primera, pero invirtiendo como es característico, la posición inicial.

Indumentaria femenina: Zapatos de cuero tacón mediano. Vestido de zaraza en dos piezas: Falda con mucho vuelo y adornado con amplios volados aplicados. Bata abotonada adelante con volado puesto como sobrefalda y otros en el borde de las mangas y alrededor del cuello. Peinado en una o dos trenzas sueltas.

Indumentaria masculina: botas acordonadas con o sin espuelas. Bombacha y chaqueta típica, cortona de bordes rectos con adornos de «alforcitas» o nido de abeja llamadas «encarrujadas». Camisa, cualquiera, blanca o de color, faja, tirador con rastra, o cinta ancha con bolsillos. Pañuelo de seda al cuello con las puntas a media espalda. Sombrero de copa baja, con barbijo, de colores grises, negros o marrón. Cuchillo a la cintura.- Puede bailarse de dos parejas «en cuarto» o compartidas, en cuyo caso los bailarines se ubican en los vértices del cuadro imaginario, teniendo cada caballero al frente a su compañera y a la izquierda a la dama contraria. Las figuras que se comparten son la vuelta entera y media vuelta.

UNA CHACARERA QUE HIZO HISTORIA

La historia musical del Folklore Argentino se remonta a las primeras creaciones criollas, muchas de ellas basadas en la literatura del Siglo de Oro Español, y a la fusión lenta y constante que sufrió con las influencias vernáculas de naturaleza indígena.
Este Folklore, puro y descontaminado, comenzó a registrarse musicalmente, pero sin versos, hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX. Ya a mediados de 1800 comienza un proceso de acriollamiento y de divulgación de nuestra música y danzas.
En los últimos años del siglo XIX y principios del XX, de la mano del Mecenas del Folklore el Dr. Ernesto Padilla y de recopiladores de la valía de Andrés Chazarreta, o Juan Alfonso Carrizo, el folklore se rescata y se divulga por todo el centro y norte del país. Ya en la década de 1920 se comienza a «proyectar» y las guitarras cuyanas por un lado y la compañía de Arte Nativo de Don Chazarreta por otro hacen llegar el
folklore a Buenos Aires: allí se registra el primer gran cambio en la estética musical. Un nuevo cambio se produce con elChacarera02 surgimiento de la poesía salteña de la mano de Dávalos, Portal, Perdiguero, etc. y en la danza con el movimiento que lleva a cabo Santiago Ayala, el Chúcaro. Pero es una chacarera, creada en Tucumán, por poetas y músicos salteños: Los Hermanos Nuñez (Pepe y Gerardo) la que introduce una estética nueva, estilizada y muchas veces resistida. 

La zamba (de ritmo lento y melancólico, donde intervienen los pañuelos de la pareja que la baila, y el hombre y la mujer destacan su galanteo); el malambo santiagueño (solo la baila el hombre, destacándose su destreza en el zapateo); el gato (de ritmo alegre, homenajeando las cosas buenas de la vida, donde el hombre zapatea y la mujer lo ronda admirando su destreza); el escondido (semejante al gato pero que en un momento el hombre se esconde para que al mujer baile sola); las cuecas, los bailecitos y los carnavalitos (bailes en grupo típicos de la región, que utilizan en su acompañamiento instrumentos indígenas como el charango, tambores y las flautas). Otra danza más moderna es la guaracha santiagueña, una danza típica en los boliches y bailes, es un ritmo alegre muy parecido al cuarteto cordobés. La guaracha fue creada por el intérprete Jorge Véliz que fue sucedido por su hermano Marcelo Véliz y su hijo Alejandro.

Los Instrumentos Típicos

Los instrumentos autóctonos de esta región son el charango (instrumento de cuerda cuya caja es de caparazón de quirquincho), el erke (instrumento de viento de origen quichua utilizado para la celebración del Corpus Christi en Salta y la Qebrada de Humahuaca en Jujuy), la quena (flauta sin embocadura actualmente de caña que los indígenas construían con madera o tierra cocida y tibias), y el bombo leguero (instrumento de percusión utilizado en el folclore nacional realizado en una sola pieza de madera de ceibo ahuecada).

También es originario de la provincia un instrumento denominado sachaguitarra, su creador es Elpidio Herrera oriundo de la localidad de Villa Atamisqui.

 

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